Bienvenido a casa, Preto

Preto, a photo by marino.holguin on Flickr.

El día de los padres de hace exactamente dos años, fue el peor de todos. Empezó unas semanas antes con nuestro Labrador, Thomas, ese que Daniel le pidió al Niño Jesús con toda clase de indicaciones (chiquito, negro y sin dientes), presentó síntomas de una oclusión intestinal... Algo se había tragado que finalmente le había dejado secuelas.

Cuando ninguna de las alternativas surgió efecto, se programó una cirugía exploratoria, para detectar bien lo que los sonogramas no podían describir y resolver de ser posible.

Ese día de los padres amaneció temprano para nosotros, cuando mi suegra en un resbalón se rompiera una pierna. En la clínica, nos sonó el teléfono, y la noticia nos heló el alma. No era una oclusión, era un tumor enorme. No había nada que hacer.

Darle la noticia a Daniel, es lo mas desgraciado que he tenido que hacer en mi vida. Siguieron días, semanas de llanto para todos en la casa. Habíamos perdido a un miembro importante de nuestra familia, amado por casi todos. 7 años que resultaron poco. Le tocó a Daniel experimentar el dolor de la muerte de un ser querido demasiado temprano...

Para colmo, poco tiempo después, vimos Marley y yo... Si amas a los perros, vean esa película...

Dos años después llega Preto (prieto, negro en gallego y portugués) a nuestras vidas. Es difícil no ver en el a nuestro amado Thomas... Se que no es el mismo, y se que no podremos darle el mismo amor que le dimos a Thomas. Se que el no llenará el vacío que nos dejó su partida. Y también se que será amado intensamente y que dejará en nosotros y todos los que nos rodean, su huella también...

¡¡Bienvenido Preto!!