Haga la siguiente prueba:
En su TV o monitor, seleccione el control de contraste y súbalo al máximo... podrá ver que desaparecen todos los tonos de grises - de hecho de todos los colores - y se podrán ver sólo manchas negras y blancas. El contraste resalta las diferencias en tonalidad entre los colores.
Nosotros los Dominicanos tenemos todos el control de contraste al máximo. Nos pasamos la vida viendo todo en blanco y negro. Todo o es bueno, o es malo. No hay términos medios.
Si bebemos, lo hacemos mientras podamos levantar el pote. Si vamos al play es todo o nada. Si simpatizamos por un candidato, este se convierte - parafraseando a un senador - ipso-factamente en Dios reencarnado, mientras los demás son la encarnación de Bersebú.
El que nos regala un pote o cien pesos se convierte inmediatamente en amo y señor de nuestros destinos.
Lo malo de esto es que nos perdemos en el proceso de las tonalidades que todo tiene. Nada es absolutamente blanco o negro, malo o bueno. Nosotros somos incapaces de ver esto.
Y de paso, nos desgastamos en este constante vaivén entre la alegría extrema y la depresión profunda, entre el bien y mal, entre los unos y los otros... Nos perdemos de la belleza que nos da la vida en aquellos sutiles matices que constantemente nos ofrece...
2 comments:
Los extremismos son malos. Y nosotros los dominicanos no queremos percatarnos de eso.
Por esa razón es que muchas personas son radicales, siempre hay que mirar los puntos medios, los equilibrios y aqui como que hay dos tipos de personas: los negativos, que son la mayoría y los positivos, los de los puntos medios están escasos
Post a Comment