Friday, October 19, 2007

Dominicanos en Dominicana... o la balada del agua corriendo...

Hay algo que me cuesta comprender de nosotros. Y es que los Dominicanos somos como el agua corriendo... siempre tomaremos la ruta del menor esfuerzo.

No entiendo, por mas que lo intente.

Por ejemplo, pensemos en el dengue. Una enfermedad endémica en nuestras latitudes, transmitida, junto a a la malaria y otras mas, por los mosquitos Aedes Aegipti (que por cierto, debe ser el único animal en el mundo a quien todos los nombramos por su nombre científico). Cuando se mete el verano, viene la época de lluvias, con lo cual, aumenta la incidencia del dengue. Eso pasa aquí y en todos los paises tropicales. Qué hacemos nosotros cuando hay brotes de dengue? Los que mas ahacem hechan insecticida en las habitaciones... si acaso. Los demás nos sentamos a criticar al gobierno por no hacer nada. Acaso es el gobierno el responsable de que en nuestras casas no existan criaderos de mosquitos? No es mas fácil que nos encarguemos nostros mismos de eso?

Con el tránsito pasa casi lo mismo. Aún andando en nuestros vehículos, no queremos movernos ni un metro de más... por qué dar la vuelta a la manzana para doblar a la izquierda subiendo por la Churchill, si puedo doblar ahí mismo, aún sabiendo que podemos armar un tapón super grande???

Somos simplemente vagos. Pero somos vagos aquí. Somos incumplidores compulsivos de la ley, pero aquí. Cuando salimos de este terruño, la mayoría complimos en todo y con todo... Por que no podemos hacer lo mismo, aquí?

Piensen en las cosas públicas. Fíjense en el estado de las mismas... Todo hecho una mierda... Por que? La falta de mantenimiento por parte del estado es un gran factor en eso... pero no el único. Nos gusta destruir lo público... pero somos tan estúpidos que no nos damos cuenta de que al hacerlo no le hacemos daño al gobierno, sino a nosotros mismos...

Lo que me preocupa es lo siguiente: Cuando Candelier dirigía la AMET, todo el mundo andaba por el librito... pues sabía que el y su gente apretaban y apretaban duro... Me preocupa esa predisposición a hacer lo correcto sólo ante el miedo a la represión. Me preocupa que muchos de nosotros añoremos "un Trujillo" por que a veces, solo a veces, se nos concede lo que pedimos... y si nos topamos con "un Trujillo"?

2 comments:

Cheluca said...

Fíjate que me gustaría ver ese caso en vivo!

Anonymous said...

¿Por qué cumplimos la ley fuera de aquí?

Porque sabemos que hay castigo si la violamos.

¿Aquí?

El último que hizo cumplir la ley fue Trujillo.

A veces no podemos escoger entre el bien y el mal, sino entre el menos malo de dos males, o como dicen los gringos, "the lesser of two evils".

Lo lamentable es que me parece que entre el desorden actual, donde impera un terror a la delincuencia y una incertidumbre sobre nuestro futuro, Trujillo aparenta ser un mal menor.

Por lo menos en aquella época quienes sufrían eran los delincuentes y quienes enfrentaban el gobierno.

Ahora quienes sufren son la gente buena, la gente de trabajo, ángeles como Vanessa Ramírez.

¿A quiénes preferimos castigar?

Yo me voy con Trujillo y con Ludovino.