Tuesday, October 09, 2007

Carta

Para: El Ché

Quizás no me conozcas. Pero yo, como muchos latinoamericanos, si te conozco.

Te conozco, pero no se mucho de ti. Sé que casi eras medico. Sé que venias de una buena familia. También se que te asqueaba lo que veías pasar en nuestra Latinoamérica.

Tu yo no compartimos ideologías… bueno, por lo menos ahora. Por un tiempo fui más comunista que Mao, pero, se me pasó con la adolescencia.

Hay muchas cosas que admiro en ti. Por ejemplo, tu entrega, casi bíblica, por tus ideales. Quisiera tener ese nivel de cojones que tenías tú. Soy muy apasionado, pero no llego a ese nivel, de dar mi vida por lo que creo… soy muy pendejo para eso.
Pero hay cosas que no voy a comprender jamás. Me resulta difícil comprender la tesis de que pensabas encender la mecha revolucionaria, de nuevo, en América Latina, cuando marchaste a Bolivia… Como no te diste cuenta de que las cosas ya eran distintas? Acaso no te percataste de que nuestro vecino del norte, quien se adueñó del concepto del capitalismo, no permitiría otra Cuba, ni que tuviera que arrasar con todo al sur de Texas? O es que acaso, veías venir el futuro, y preferiste morir luchando, antes que convertirte en un fósil viviente como tu amigo Fidel?

Me imagino que sabrás lo que ha pasado contigo, no bien tu morir… tu que despreciaste tanto el capitalismo, te han convertido en un producto más. Tu rostro adorna miles de camisetas, que muestran tu mirada adusta, aun cuando el portador es un capitalista a ultranza. Te usan con orgullo como para dar a entender que tienen una vena revolucionaria en algún lugar, muy profundo.

Me imagino, además, que cuando miras a tu amada Latinoamérica, desde donde sea que estés, por lo menos te enfermarás del estomago… Nada de lo que hiciste, ha servido para nada. Moriste en vano, Che. Solo conseguiste, que tengamos un rostro para recordarnos que lo que pudimos haber hecho y no hicimos. Lo que debimos de haber hecho, y no hicimos.

Por lo menos, te puedes dar el gusto de decir, que moriste con las botas – y los cojones – bien puestos.

1 comment:

Cheluca said...

La figura mítica del Ché... tal como dices, su rostro no es más que un producto más del consumismo.
Quién sabe qué carajo postulaba?
Yo creo que nadie lo tiene tan fresco en la memoria...