Tuesday, September 25, 2007

La emigrancia y la inmigrancia (y una que otra baina mas)

El estar casado con una hija de inmigrantes me ha permitido rozarme un poco con esta comunidad. Yo mismo, por parte materna, desciendo de inmigrantes, pero hace tanto tiempo que poco importa. De hecho, gracias a Bartolome Colon, todos en este pais descendemos de inmigrantes...

Me choca un poco la dualidad del inmigrante. Para sus paisanos es un emgigrante, que se convierte en inmigrante tan pronto le sellan el pasaporte.

Pero muchas otras dualidades lo adornan:

Emigra quien no puede mas en su pais, mas puede hacerlo.

Emigra quien llega a odiar a su pais, por variopintas razones, solo para hecharlo de menos cuando llega a otro lado.

El que emigra y dura mucho tiempo, se convierte en una especie de hibrido, ni local ni extranjero...

Al emigrante, su acento le delata, en su nuevo pais, y en su pais natal. Aqui le dicen a un espanol que no ha perdido el acento, mientras sus paisanos alla le dicen que lo perdio completamente.

El emigrante puede ser a la vez heroe o villano; unos admiran el coraje de buscar futuro en otro lado, mientras otros le critican la cobardia de tirar la toalla.

Pero lo cierto es que, dualidades aparte, generalidades aparte, somos todos emigrantes. La vida es un constante emigrar... Emigramos de casa de nuestros padres al casarnos, emgramos a un nuevo empleo... la vida es asi... Como yo mismo, que de manera un poco forzada he emigrado de mis felices cuarenta, a unos venturosos cuarentiuno... Japi berfdei tu mi..

3 comments:

Cheluca said...

Diablos... estuviste de japiverdei?
Felicidades!!! de verdad... ya cambiaste el folio... uuuuffff (me burlo porque sólo me llevas la delantera jaja)

Con respecto a emigrar... no sólo se hace por razones económicas... también se hace por razones más románticas como la creencia de que se encontrará el amor tan anhelado mientras la vida es más divertida (merengue y una hora menos de trabajo) jejeje

Anonymous said...

A todo esto podemos agregar que llega un momento en que al emigrar, adquirimos la terrible condicion de no ser ni de aquí ni de allá.

Lo bueno de esto es que se adquiere un cierto amor a la patria dejada, amor que estando en ella no existiría.


Víctor Pérez

Alejandro Correa said...

Bueno entonces tomando tu conclusión, podemos decir que cada día emigramos, pues siempre adentramos en algo nuevo…Saludos, lapiverdepuyu