Monday, December 26, 2005

A veces la vida hiede

Es verdad, pero jiede con jota la vida. El sabado pasado me toco presenciar brevemente algo que no he podido sacarme de la cabeza.

Cerca del Colegio San Judas Tadeo, un hombre agarraba como podia a una mujer, mientras ella gritaba e intentaba soltarse. Vi como este carajo le daba par de pescozones. Mi primer impulso, fue apearme pistola en mano. Primer problema, no andaba armado. Segundo problema, la valentia no es uno de mis atributos.

Grite para llamar la atencion de este animal, mas para llamar la atencion de algun guachiman, que pretendiendo que el dejara lo que hascia; me respondio algo, pero la emocion del momento me impidio comprenderlo. Decidi, quizas cobardemente seguir mi camino, consciente de que tal vez, yo podria perder mas de una posible intervencion mia.

Por que? Veamos las posibilidades:

Me bajo del carro, enfrento al carajo este (recuerden que estoy desarmado) saca un lengua e'mime y me mata. Me jodi.

Me bajo del carro, el tambien esta desarmado, nos vamos a las manos, la mujer me da un botellazo por meterme con su marido; tristemente he visto suceder esto con frecuencia. Osea, me jodi.

Ando armado me bajo, el me intenta agredir, lo mato yo a el, y el muerto pasa a ser mio. Me jodi.

Me bajo intento separarlos, y uno de ellos me carterea. Tambien lo he visto. Me jodi.

Da pena ver como, en pleno siglo 21, todavia tenemos que recurrir a la violencia contra una mujer, en teoria mas debil.

Da pena, como un hombre, tiene que hacerse de la vista gorda, a su pesar, y seguir de largo ante una injusticia.

Quisiera pensar que hice lo correcto, por lo menos desde el punto de vista de mi familia, y no involucrarme. Me debo a mi mujer e hijo, no?

Quisiera creer que era solo un bulto, buscando a un incauto para robarle. Pero no me lo creo, y aun si lo hiciera, no me consuela. Tampoco me consuela el saber que no fui el unico que siguio de largo.

Que joder...

2 comments:

balamia said...

diablo que bajo,... toy viva!!!!

Anonymous said...

Personalmente creo que la falta de amor ha llegado tan lejos, que uno siente miedo de demostrar amor hacia el projimo.

Víctor