Tuesday, February 10, 2009

Eutanasia o sobre lo fácil que es ponerse a hablar mierda.

Creo que he sido constante en afirmar aquí que no me gusta la doble moral.

En Italia acaba de terminar ¿felizmente? el episodio de Eluana, quien al fin pudo descansar en paz. El tema de la eutanasia es muy controvertido, de ahí que este caso diera la vuelta al mundo, paso a paso, y fuera en sí mismo tema de acaloradas discusiones.

Puedo comprender perfectamente bien que un hijo, padre, esposo o hermano, dude en sugerir la eutanasia a un ser querido... es todo un acto de amor y desprendimiento el poder anteponer el descanso de un ser querido por encima al apego por un ser amado.

Sin embargo, fuera del círculo íntimo, los demás deberíamos callarnos. Mi iglesia católica debería hacerse a un lado y comprender que un cuerpo no es mas que eso, y que en nada ayuda a mejorar la popularidad de Dios (tan maltratada en los últimos tiempos) el asumir posturas mas cónsonas con el medioevo.

El poder ejecutivo debería así mismo mantenerse al margen. El freak de Berlusconi pretendía pasar una ley (que afortunadamente se retrasó) que buscaba restaurar la alimentación de esta chica.

Ahora muchos se rasgan las vestiduras y acusan a los padres de quien sabe que cosa. Hipócritas... ¿por que coño no actuaron de la misma manera ante el genocidio de Gaza? ¿por que callaron ante Ruanda?

No jodan. Un poquito de por favor...

3 comments:

Mich said...

Excelente post!
Una vez di, en mi blog, mi opinion acerca de la eutanasia...Es increible como se actua con doble moral cuando hablamos de dejar descansar un cuerpo, pero como callan cuando se habla de que mataron (a machetazos o echandole gasolina) a un presunto ladron haitiano o en el caso de la comunidad europea con el genocidio de gaza
( sera que uno vale mas que otro ?)

José Carlos Nazario said...

Totalmente de acuerdo. Apliquese la misma lógica al tema del derecho al aborto. Nos gobierna el pleistoceno.

Cheluca said...

Tú lo has dicho, la doble moral es el estándar de los que hablan y no hacen, de los que hacen y no dicen, en fin...