Lo que el Maní se llevó

Este post me acaba de llevar como 34 años en el pasado...

Un día (de fin de semana, creo) mi papá, en uno de esos arranques de padritud suyos - que no fueron muchos debo decir, me llevó a pasear. Esos paseos - quizás por pocos - significaban un mundo para mi, guardo los mas variopintos recuerdos de los mismos...

En fin, que pasamos por el frente del Mercado Modelo, y nos metimos a ver que había (aunque vivíamos a un par de cuadras apenas de ahí)... pues pasamos por un puesto que vendía maní, pero crudo.

A mi viejo le brillaron los ojos mientras me contaba, que siendo niños, el y sus hermanos tostaban ellos mismos el maní, que eso de comprarlo tostado eran cosas "de ahora"...

Quiso el destino que saliéramos con una libra de maní en las manos.

Mi vieja no quiso tener nada que ver con el invento, y tiró duras advertencias sobre joderle el caldero o algo así... Pues nos fajamos a tostar...

No recuerdo cuánto tiempo nos tomó, sí recuerdo que nos tomó una eternidad, entre salar y tostar. Al final orgullosos como si hubiésemos cazado un oso gris o algo así, quisimos que toda la familia probase de un maní "tostado de verdad"... Ni mi vieja ni mis hermanos quisieron probarlo, por lo que mi viejo y yo, frente al TV nos fajamos a comer maní.

Recuerdo que el maní de los maniceros era mejor, pero éste, siendo hecho por nosotros era superior. Superior como la desfondada que nos dimos mi viejo y yo, que al darnos una jartura de maní medio crudo, nos dio una tremenda diarrea...

La jode, pero como me divertí...