Lo recuerdo, casi como si fuera ayer. Estaba en el colegio cuando la profe, en ese tono autómata de siempre,nos explicó que un grupo de complotados había matado al Jefe. Yo tenía algunos 10 años.
No recuerdo sin embargo si sentía algo. Creo que no. Pero si recuerdo que a partir de ese día, empecé a prestar atención, cada vez que mencionaban a Trujillo o al Jefe.
Aprendí muchas cosas haciendo eso. Aprendí - aunque no comprendí en ese momento - que todo en el universo es relativo, que nada es absoluto.
Aprendí, que dependiendo del tema, Trujillo pudo ser al mismo tiempo sublime y despreciable. Oí por primera vez aquello de "cuanta falta hace el jefe". Aprendí que no hacía falta cerrar las puertas de la casa, pues nadie se atrevía a robar. Aprendí que lasfiestas en el Casino de Güibia eran "hasta la amanequa". Aprendí que la moderna Viagra no es mas que extracto de Trujillo en excipiente azul.
Aprendí además que no sólo se es huérfano da padres, que se puede ser huérfanos de tios, hermanos, vecinos, lideres y modelos a seguir.
Aprendí el efecto de la tortura. Hablando con El Doctor (lamento profundamente no haberme aprendido su nombre) y después de tantas conversaciones, llenas de divaraciones, pero que, tomando un chin de aquí y un poquito de allá, se podía sacar algo... Recuerdo ver (o era que deseaba verlo) algo de razón, muy profundo en su mirada... Pobre hombre, recién graduado de médico - deahí el apodo- cayó preso por la actividades subversivas de un familiar, y su mente no fué capaz de sobrevivir la tortura.
Aprendí que muchas cosas cambiaron ese día. Aprendí que nada cambió ese día.
Aprendí, que quienes sucedieron al jefe, aprendieron de los errores del Jefe. Se aseguraron de no dejar un solo hombre, ni a una sola mujer con ideales de progreso y libertad. Se aseguraron de sembrar el miedo, y la conformidad en el resto.
Lo hicieron bien, que sí lo hicieron. Tan bien lo hicieron, que hoy extrañamos al Jefe... ¿Qué digo lo extrañamos? Casi reclamamosal jefe...
Aprendí de lo relativo de las cosas. Hoy, 47 años después de mnuerto el jefe, me he dado cuenta de que, en 1961, 9 millones de dominicanos fueron luchadores antitrujillistas... ¡Y eso! que Rep. Dominicana no pasaba de 3 millones de habitantes...
1 comment:
Bueno man... qué decirte, un dictador tiene sus vainas buenas y sus vainas malas...
El lío es eso que tú dices, que después de él no habían líderes, los mataron a todos?
Una vez escuché que: a los gobiernos les conviene la gente ignorante porque así pueden llevar más fácil sus cometidos (sean morales o totalmente amorales)
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