¿Quien debe temer a quien?
¿Deben los gobiernos temer al pueblo, o deben los pueblos temer a los gobiernos?
Para quienes crecimos en la Latinoamérica de la Guerra Fría (sí, con mayúsculas), la respuesta que primero llega a nuestra mente es la segunda, antes de que nuestra racionalidad nos haga aspirar por la primera.
Pero, decenas de años de dictaduras de derecha y de izquierda, han logrado que nosotros temamos a nuestros gobiernos. Aún cuando nuestros votos les hayan convertido en gobierno. Paradójico... ¿no?
Habiendo dicho esto, lo preocupante es, que si miramos un poco mas allá de nuestras fronteras, a muchos paises del mal llamado "primer mundo", vemos que la gente comienza a temer de sus gobiernos... bueno, quizás no de manera directa, sino que mas bien, por el miedo que los pueblos tienen a otras entidades (fundado o no, real o ficticio) veo con preocupación como los pueblos - emisores de voto - se doblan ante sus gobiernos.
Me temo que nos encerramos nosotros mismos, y jugamos a ser nuestros propios carceleros...
¿Abriremos algún día los ojos? Y al hacerlo ¿no daremos cuenta de que abrimos además nuestras propias cárceles?
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