Monday, December 18, 2006

Carta abierta a Leonel Fernandez

Por primera vez, me gustaría ser amigo de un Presidente, pues el nuestro, simplemente no tiene amigos.

De verdad que me gustaría escribir en otro tono. Pero no puedo.

Siempre simpatice por el PLD; Les consideraba diferentes. Siempre vote por el PLD, excepto en las elecciones del 94 en las que vote por el Padre Toño.

Me gusto mucho el primer periodo del PLD. Puedo decir que trabajando, mejoro muchísimo mi economía, al punto de que viajábamos casi todos los años, aunque fuese a Puerto Rico.

Luego del trauma de Hipólito, tenia cierta esperanza de que las cosas volvieran al camino en que estaban entre el 96 y el 2000. Sin embargo, he visto con preocupación, de que las cosas, lejos de cambiar, han seguido igual.

Lo que mas me desencanta es que no conozco a la persona que ocupa la Presidencia…

Sigue hablando igual, con su peculiar acento al pronunciar las eses… sigue siendo didáctico en sus discursos… Mantiene el tono pausado que tanto contrasta con la verborrea pepehachista…

Sin embargo, a diferencia del pasado, mi economía no ha mejorado. Al contrario, sigue la tendencia que Hipólito dejo establecer, es verdad, a un ritmo mas discreto. Pero si fuera en lo económico solamente, el problema no fuera tan grave. Leonel, tiene pocos amigos. Falta que lo sacuda, y le haga ver que solo una letra separa hoy al PLD del PRD. Solo una triste letra.

Porque el discurso, aunque pausado y didáctico, se ha teñido de populista. Porque han decidido emular a los lideres errados… Ahora veo a un Balaguer de tez un tanto mas oscura, casado y con hijos, repartiendo funditas…

Porque ahora, hemos cambiado el “Eso, hizo Balaguer” por un “eso lo hico Leonel (o su esposa)”… porque ahora veo el egocentrismo y la megalomanía de tristes imitaciones de emperadores; Y voy mas lejos, no fuera tan malo si solo fueran el Presidente y su Señora, es que sus súbditos –digo- funcionarios le han seguido el ejemplo.

Se han pasado desde que tomaron el poder, tramando como perpetuarse en el. Han vuelto a emular a Balaguer haciendo obras monumentales: Balaguer hizo el Faro a Colon –que ahora ni se prende- y Leonel hace el Metro, que en el mejor de los casos servirá para medir nuestra ineficacia como Nación.

Y seguiremos siendo el país menos educado; y seguiremos –por falta de acción de nuestra parte- promoviendo la vacuidad; y seguiremos a la deriva, pues quienes en otras latitudes sirven de guías –espirituales si se quiere- aquí o están muertos o están tan corrompidos como aquellos que deberían emularles. Que aquí siguen las palomas tirando a las escopetas. Que nuestro país seguirá siendo la imagen espejo de un país normal, todo al revés.

Como me gustaría que Leonel, en vez de imitar a Balaguer, Nerón o a Hipólito, se imitara a si mismo, al del 96…

1 comment:

Anonymous said...

Lamentablemente esta igualdad en los partidos no es mas que la gran señal de que estamos a punto de ingresar a lo que seria una dictadura de partido si Leonel logra reposturlase.