La razón se la llevaron las lluvias.

Parece que la lluvia de hace algunas semanas nos arrancó la razón de cuajo, o en su defecto, no sabemos donde la dejamos tirada.

Empecé a leer esta noticia del periódico El Nacional con una sonrisa, esperando el relajo... pero resulta que es en serio.

Aun no me decido si siento pena o vergüenza...

Esto no tiene mamacita...

Seré una mala persona...

... pero la verdad estoy harto.

Estoy harto de tener que darle algo al que "me cuida el vehículo" en la calle. a ver que carajo va a hacer ese si alguien me quiere abrir el carro.

Estoy harto de que un pendejo, con una incapacidad menor, pretenda que yo le dé dinero, y que peor aún, me quiera hacer sentir mal con un retórico "Dios le bendiga". He visto gente con incapacidades mayores fajarse.

Estoy harto de quienes fingen incapacidades; que si soy obrero y me caí de una construcción, que si soy cojo (aunque tenga la otra pierna metida en una manga del pantalón).

Estoy harto de tantas máquinas de parir, pidiendo en familia en cada esquina.

Estoy harto de los políticos. De todos. Porque todos quieren lo mismo: Mis cuartos.

Estoy harto de tanto borracho adicto pidiendo en la calle.

Estoy harto, no porque no me mueva la desgracia ajena, que me mueve. Estoy harto de tener que pagar dos veces. Porque para eso son mis impuestos. Para que el estado vele por aquellos que no pueden valerse por si mismos.

Estoy harto... perdón, estoy JARTO.